La Colonización de las subjetividades de José Pablo Feinmann y el Paraguay.
Cuando el pensador argentino José Pablo
Feinmann habla de la “colonización de la subjetividad” y trae a colación argumentos
de pensadores de todas las épocas en la historia de la humanidad, sencillamente
la desesperación corroe mi intento de reflexión acerca de los sucesos de mi país.
¡Es que estamos permanentemente
colonizados en el Paraguay!. Carecemos de ideas propias. Nos pasamos repitiendo
lo que escuchamos por la radio, vemos por la televisión, leemos en los diarios
y en las redes sociales. No pretendemos enhebrar una idea propia!!!.
“El sistema” mató nuestra creatividad. Lo
aniquiló. Lo expropió y nos entregó sus ideas, nadando en las ambigüedades y en
la nada, en el no deber ser y en la antinomia del pensamiento. Por eso, le es difícil
a los demás analizarnos. Las teorías naufragaron en nuestros ríos limítrofes. Estamos
ante el culto al vyroreí, la repetición de vulgaridades, la exposición
mediática de insulsos temas que no atañen al fondo de la cuestión.
Cargados de programas basuras que en la
mayoría de los países fueron desechados, somos una especie de vertedero
latinoamericano, condenando a los sectores populares, limitados económicamente
a observar canales de aire, a una borrachera mediática intensa del cual por
décadas son enceguecidos, pegándonos el lujo de importar incluso espacios con
tonadas extranjeras, de manera tal a que la farsa continúe.
Es el Estado ausente. O presente con la
fórmula más perversa de seguir en la conquista de subjetividades alienando a su
población de manera a quienes los administran no pierdan los privilegios que
otorga dicho atractivo status.
Tal como lo dice el inspirador de estas
líneas domingueras... se pretende (En Paraguay ya lo conquistaron) “eliminar de
la Tierra la capacidad denegación, diferenciación. En encadenar, no ya los
cuerpos sino los sujetos. Sujetar los sujetos. Sus principales armas no son
tanques, ni misiles, ni neutrones. Es la televisión. Es el cine. Es el
periodismo. Los magazines. Las radios. Los canales de cable. Y,
formidablemente, Internet, donde algunos creyeron, muy ingenuamente o con
decidida mala fe, que iba a instalarse la “sociedad transparente” que pregonaba
Gianni Vattimo a comienzos de los noventa, fines de los ochenta. Internet es,
hoy, el reino de la mercancía basura, de la mercancía idiotizante, de la
compra-venta compulsiva y del sexo-mercancía, del sexo pornográfico”
(J.P.Feinmann).
He aquí el fracaso de la mayoría. Del Estado (y quizás
con gusto), de la Academia (la real y no la impresentable que invade todo
recinto público donde debemos ingresar y no tener el control en la mano para
hacer lo que generalmente hacemos en nuestra casa), los propios padres de
familia y las instituciones formadoras en general.
Fuimos “colonizados” en nuestras subjetividades, nos
hemos convertidos en “sujetos sujetados”. Nuestros educadores fueron
colonizados y sujetados, ellos enseñan a nuestros hijos y nuestros hijos harán
lo mismo con nuestros nietos. La cadena seguirá y la “independencia” real
alguna vez se dará!!!. Feliz domingo para todos.
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