Resaltan legado de Artigas para la República del Paraguay en ponencia realizada en el marco del Congreso del Bicentenario de la República Argentina
El Dr. Camilo Javier Cantero tal como lo veníamos anunciando disertó durante el Congreso del Bicentenario de la República Argentina, organizado por la Municipalidad de Posadas Misiones el pasado miércoles en horas de la tarde-noche misionera. El tema desarrollado fue EL LEGADO DE ARTIGAS
A LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY en una ponencia en el Año Homenaje al Bicentenario de la Independencia Argentina.
El Académico de la Facultad de Derecho Universidad Nacional de
Pilar. Sede San Ignacio Guazú Misiones Paraguay resaltó el aporte de José Gervasio Artigas para los pueblos de Latinoamérica y a continuación reproducimos in extenso la ponencia del mismo:
"Las tres décadas de la presencia de Artigas
en Paraguay no se limita al mero pasar de los años, sino haber dejado un legado
histórico para los pueblos libres del sur que motiva hasta hoy los más
interesantes estudios acerca de su presencia por tierra guaraní".
El Paraguay a la luz del análisis de los
acontecimientos de aquel tiempo se erigió en el único lugar donde tuvo garantías
de su existencia y de su vida, quedando a vivir en tierra guaranítica hasta el
fin de sus días.
El establecimiento educativo, asentado en el
predio conocido como Solar Artigas de Asunción donde viviera hasta el fin de
sus días el Prócer, es considerado territorio uruguayo. Fue en aquel espacio
donde el prócer se integrara con la población más desprotegida compartiendo con
ese mismo pueblo que lo abrazó, la pensión que recibía como igualmente los
frutos de la tierra que cultivaba, haciendo realidad aquello del “ava mbae” y
“tupa mbae” tan propio de la cultura guaranítica.
El mismo fenómeno ocurrió en la lejana por
aquel entonces Curuguaty donde fuera confinado por el Dr. Gaspar Rodríguez de
Francia.
¿Qué dejó Artigas no solo para el pueblo paraguayo,
sino para toda la región durante los aproximadamente treinta años de su
presencia por el suelo de la tierra del ñanduti?. ¿Qué reflexión nos merece
ahora a través del paso del tiempo aquel acontecimiento?.
Estas y otras interrogantes pretendemos desarrollar
en el transcurso de la presente ponencia con los hermanos de la Liga de los
Pueblos Libres.
Las circunstancias históricas de nuestros
pueblos hacen que se unan hermandades a partir de la presencia de referentes
que pasaron a la eternidad por su coherencia, firmeza y legado histórico.
Ya mucho se habló de la presencia por un
importante lapso de tiempo del Prócer Artigas por la República del Paraguay,
las circunstancias que la motivaron y su contacto con los compatriotas, ya sea
en el Convento de La Merced, en Curuguaty y sus días finales en el sitio
conocido como Solar Artigas.
Desde aquella histórica comunicación del
Supremo Dictador Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, al Comandante Bernardo
Velázquez el 12 de Mayo de 1821:
“Artigas reducido a la última fatalidad vino fugitivo al
Paso de Itapúa y me hizo decir que le permitiera pasar el resto de sus días en
algún lugar de la República por verse perseguido aun de los suyos y si no le
concedía ese refugio iría a meterse a los bosques. Es un acto no sólo de
humanidad sino honroso para la República el conceder asilo a un jefe
desgraciado que se entrega. Así mandé un oficial con 20 húsares para que lo
trajeran…” (Jorge Francisco Machón, “Misiones después de Andresito” –
Archivo N. Asunción, Vol. 232, Nº 2).
../// hasta sus últimos días en el conocido hasta la
actualidad como Solar Artigas en Asunción, previo paso por el Convento de la
Merced, el confinamiento a Curuguaty y su posterior vuelta a Asunción, el paso
de José Gervasio Artigas no pasó desapercibido en el Paraguay; al contrario,
además de los temores iniciales, de las especulaciones propias que depara
figuras como la suya, la supuesta contradicción ideológica con el sistema
imperante en Paraguay, la evaluación final a pesar de todos los avatares es
positiva.
Por ello y además de los datos obtenidos para
la presente tarea, se puede afirmar y con mucha convicción que la patria sigue
siendo Artigas en gran parte del Paraguay.
Fue el martes 5 de
setiembre de 1820 que Artigas pisa por última vez su suelo patrio para cruzar
el Paraná por Candelaria e ingresar al Paraguay en compañía del Jefe Guaraní,
Matías Abacú, con algunos de sus hombres y dos personas que marcarán su vida al
estar junto al Prócer como asistentes, Ansina (Joaquín Lenzina), de 60 años,
payador y poeta, y Montevideo Martínez o el negro quien finalmente lo sepultara
en el exclusivo Cementerio de La Recoleta de Asunción con el acompañamiento de
Benigno López, hijo del Presidente y Ramón de la Paz Rodríguez.
De aquel tiempo hasta
la fecha, el paso de Artigas quedó marcado para siempre en la historia de la
patria e inmortalizada incluso con nombre de ciudades, como la que lleva su
mismo nombre y ubicada a menos de 100 kms del sitio donde nos estamos reuniendo
en el vecino departamento de Itapúa, tierra por donde ingresara a nuestro país.
Por ello, Artigas
sobrevive, no solo con el nombre de ciudades, plazas, avenidas, calles y
poblados; sino en los mismos afro descendientes de Kamba
Kua en el gran Asunción que siguen honrando a San Baltasar que los acompañó
desde aquellos días hasta la fecha.
Su presencia, figura, enseñanza y legado
sobrevive en los compatriotas de Laurelty San Lorenzo o en los indígenas que
acampan en la Plaza Uruguaya haciéndose visibles en una sociedad indiferente
que en varias oportunidades le da las espaldas y en no pocas menos pretenden
hacerlos desaparecer de la agenda cotidiana.
Aquella política de liberación de los pueblos
era y es una coincidencia no solo entre Artigas y Fulgencio Yegros, el primer
destinatario de su carta, pero al llegar el enviado ya asumió el poder Gaspar Rodríguez
de Francia quien recibió la misiva y permitió su ingreso a territorio
paraguayo, sino igualmente con miles de exponentes de la patria grande.
Recluido en sus primeros días por tierra
guaraní en el Convento de la Merced de Asunción, recibe la visita todos los
días del Secretario de Francia, Carlos Martínez Sanz, pero el Prócer sabía el
territorio que pisaba y estaba dispuesto a guardar la compostura. Estuvo tres
meses y luego fue enviado a San Isidro del Curuguaty que en esa época era la
frontera real del Paraguay.
Es ahí donde la descripción de Ruben “Chopo”
Rodríguez en “El peregrinar de Artigas rumbo al Paraguay” adquiere una
dimensión casi real a través de la pluma cuando señala:
De este general devenido en desgracia por sostener ideas,
grandeza de espíritu, fidelidad a sus seguidores, conductor=conducido a librar
mil batallas por la grandeza y libertad de los pueblos, que no doblegaría ni
desviaría las metas y propósito de su lucha, sufriendo dobladas intenciones de
amigos, lugartenientes, capitanejos, le esperan 30 años de convivir en
Paraguay, donde quizás haya encontrado paz a su espíritu andariego, luchador,
tozudo, indomable, cambiando sable y lanza, por la mancera del arado, en su
solar particular en la cercanía de la lujuriosa vegetación de los bosques
paraguayos, el cantar de los pájaros, y el cantarino hablar con las rimas del
dulce guaraní de las “cuñataì”.
El conocido historiador compatriota Jorge
Rubiani es claro en afirmar que el Dr. Gaspar Rodríguez de Francia debía
demostrar y hacer sentir a Artigas quien gobernaba el Paraguay, además de
hacerlo sentir el rigor de la soledad, el exilio; pero no pudo evitar que el
carisma, el espíritu integrador y la calidad humana del Prócer rápidamente
generaran la simpatía de los pocos pobladores del vecindario donde se afincara.
En el aislado pequeño poblado de San Isidro
del Curuguaty que era el límite en la praxis, ya que después solo estaba
aquella selva impenetrable del Paraguay profundo, Artigas con su carisma tuvo
contacto directo con la población.
Su espíritu solidario, su dedicación al mismo
rubro de los parroquianos; es decir trabajando la chacra, su calidad humana,
hizo que durante gran parte de su adultez y entrada a la vejez esté en ese
lugar donde hasta hoy quedan rastros de su presencia y legado.
Curuguaty, aquel verdadero brete en medio de
la floresta donde ni siquiera cabían dos caballos, debiendo los más valientes
ir en fila india de a uno para llegar al lugar fue lugar que Francia eligió
para destinar a Artigas.
Por su pensamiento, liderazgo, calidad
humana, pensamiento, idea de integración de los pueblos libres, José Gervasio
Artigas hasta hoy es recordado en el Paraguay, principalmente cuando existe la necesidad
de reparar los errores de la historia. Hay que entender las razones por las que
se lo recuerda y permaneció vigente aún con el paso del tiempo.
Ana Ribeiro, historiadora uruguaya que recorrió
todo el camino hecho por Artigas en Paraguay posteriormente entrevistada en
nuestro país afirma su admiración hacia el orgullo que demuestran los
compatriotas por haberle dado asilo en Paraguay. En “El Caudillo y el Dictador”
se despoja de prejuicios de historiografías nacionales y comienza a comprender
la actitud de Francia en prevenirse de desarmar a Artigas.
La misma Ribeiro señala:
¿Cómo
no iba a vigilarlo, desconfiarlo, desarmarlo, cuando en la plenitud del poder
Artigas lo invitó a formar parte de la Liga y Francia le dijo que no?
Está vigente su pensamiento, idea, legado; el
de la patria grande, de aquellos que superaron el paso del tiempo, de las
vanidades, quienes traspasaron los obstáculos de su tiempo y soñar por siempre
y para siempre por una auténtica Liga de los Pueblos Libres.
El Dr. Gaspar Rodríguez de Francia conocía el
carisma de Artigas. Por ello también lo acoge, protege en un sitio que no sea
letal, lo desarma, lo atiende muy bien, le da objetos refinados, cosa que en la
historiografía uruguaya no se decía.
Es ahí donde Ribeiro claramente y
enfáticamente incluso que "Artigas no estuvo preso en Paraguay, es más
complejo que eso, se lo amparó, se dio el lujo de morir de viejo en un país que
llegó a amar profundamente".
Por todo ello, el legado de Artigas a la
República del Paraguay y a los demás pueblos unidos del Rio de la Plata ha sido
más que el paso de un envalentonado y carismático líder alzado en armas, sino
la presencia de un hombre que con su aporte ha demostrado que existe una unión
de pueblos, con los mismos sueños, las mismas esperanzas, que enarbolan las
banderas de lucha por la libertad total de sus hijos y que forman parte de la
unión de lo pueblos libres.
CONCLUSIONES.
Artigas es un héroe
supranacional que propiciaba la unión de los Pueblos Libres. Su legado nos intima
a reflexionar acerca de nuestro pasado, presente y futuro como pueblos hermanos
que aún hoy separados por fronteras convencionales tenemos un sentido de pertenencia
en común a la gran nación guaranítica con los aciertos y errores de nuestros
antepasados.
Tal como lo señalaran
varias fuentes consultadas, la historia es sujeto a estudio permanente, una
evaluación y reevaluación dinámica para observar los acontecimientos,
entenderlos y comprenderlos a la luz de los tiempos en que han ocurrido
aquellos hechos y subsumirlos a nuestra realidad actual, sin renunciar a los
mismos ideales abrazados por quienes nos dejaron un legado d hermandad,
vecindad, solidaridad y perspectivas de unidad latinoamericana.
He aquí el gran
legado del Prócer José Gervasio Artigas no solo durante su permanencia en la
República del Paraguay, sino su presencia por territorio actualmente ocupado
por tres países distintos quienes inmortalizan su pensamiento, sueños e ideales
en aras del enarbolamiento de banderas de justicia social, igualdad y libertad.
BIBLIOGRAFÍA.
Jorge
Francisco Machón, “Misiones después de Andresito” – Archivo N. Asunción, Vol.
232, Nº 2.
Ruben “Chopo” Rodríguez , “El peregrinar de
Artigas rumbo al Paraguay”.
Jorge Rubianni. Entrevista con la TV Pública
de Uruguay.
Artigas vivió Aquí. Trabajo de Investigación.
Prof. Silvia Reyes.
Ana
Ribeiro. El Caudillo y el Dictador. Buenos Aires, Planeta, 2003.
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