Prólogo del libro Algo Anda Mal. (Autor del libro: Sergio Aquino San Patricio)

Cuando los vates populares se inspiran en el corazón de su pueblo, ese retazo de territorio está bendecido y destinado a un porvenir venturoso. El mundo será mejor cuando lo gobiernen los poetas, porque la fuerza mágica de los versos hace que nuestros terruños se conviertan en oasis de amor, paz y tranquilidad. La nobleza del hombre que se inspira solo se asemeja a la bondad que el Supremo Creador nos dejó a través de sus enseñanzas.

Ésta obra literaria del trovador misionero Sergio Aquino nos transmite la complacencia que ésta tierra roja extendida en ésta Mesopotamia al sur del Tebicuary y al norte del Paraná, regado por los humedales del Ñeembucú y la influencia de Yacyreta es exquisita para lanzar a hombres y mujeres que hacen de la palabra un arma letal contra la ignominia, marginalidad, desprecio, desazón, ignorancia y tantos otros antivalores que pretenden los mediocres insertar en nuestra excelsa sociedad.

Y debemos ser claros. Porque ésta obra de eso se trata. Sergio Aquino con la crudeza y dureza de sus expresiones, sin perder la belleza de sus versos, desnuda una realidad que algunas veces nos entristece y otras nos avergüenza.

Tal como ya decía el gran Julio Correa en “No canteís mas, poetas”, “vuestra vieja canción, de los dulces amores y la vieja pena…. Formad las barricadas heroicas del derecho, es ahora la hora de presentar los pechos…”. En ésta obra, se denuncia “la tierra del revés, el atraso, la falta de desarrollo, la muerte por negligencia médica, el robo a la esperanza popular, la existencia de enfermedades insanables, el atraso en materia de prevención sanitaria en contraposición del avance tecnológico a nivel mundial y tantos otros males que encontramos en “ésta isla rodeada de tierra” llamada Paraguay (Roa Bastos). Eso, lo encontramos en el poema “Alicia”, y otros retazos de versos donde el dedo acusador de la palabra del poeta cual pendón apunta a la clase dirigencial que solo responde con su espantable ceguera y oídos sordos los gritos provenientes de los sectores populares.

“Alicia” es una mezcla de compuesto, prosa, poesía, tal si fuera la especificación misionera de la universal anónima “Verdades Amargas” y aunque son versos de difícil encuadraje en un estilo poético predeterminado por el particular sello del autor, no podemos negar la realista manera de narrar una historia sucedida en Potrerito, que tiene como protagonista a “Alicia” y que termina con su muerte.

Pero la obra también tiene su espacio para el corazón. El romanticismo. Los versos que fluyen del alma del hombre enamorado lo encontramos en varios poemas que forman parte de ésta obra. “Alma Gemela” es una de ellas. Allí, el autor además de cantar a su amada, se despide confesando su deseo en darle cosas que jamás ha sentido, sentimiento que nunca ha tenido. Aclara que no siempre será primavera, pero deja su huella final, haciendo la salvedad que “tampoco será un eterno invierno”. El amor también es tema en otros títulos, como: “Marilu, Gavilan, Diferencia, Conquistarte, Nada, Ella fue, Impredecible, Amor Prohibido entre otros”.

También está presente, en “Cuando” donde mágicamente hace volar la imaginación del poderoso efecto que nos produce el “beso”. Insta a dejar que corra el amor, ver lo que jamás hemos visto, escuchar que el tiempo ha muerto, sentir lo que jamás hemos sentido. Nos eriza la piel el beso, porque nos devuelve juventud aún pasados los años.

Pero en el amor “no todo es poesía”. Su inseparable compañero: el dolor, también está presente en ésta obra. “Tu decisión” narra la historia de un “Adiós”. Es el tipo de “Adiós” que en principio nos negamos a reconocer, luego a creer y finalmente no queremos olvidar. Renunciamos a la difícil tarea de reconocer que la llama del “querer “ fue diluyéndose de a poco hasta definitivamente extinguirse, quedando únicamente bellos recuerdos de un amor que ya no existe porque se fue.

Pero tan cobarde es el amor, que somos informados de la circunstancia: por carta. Eso sucede en esta fantástica historia. El autor, con la maravilla de su pluma, nos hace sentir por un instante y recordar aquel momento en que esa bella chiquilina nos cerró la puerta de su corazón con una simple esquelita… Pero también termina el poema con que respeta la decisión, porque aún en esa circunstancia, si del despedido dependiera.. “seguiría firme ésta relación”.

En fin, los poemas coinciden en el estilo romántico del autor, pero sin renunciar a la fuerza impuesta por la verdad, tal como sucede en “Mi verso”, donde lo describe como “una rosa inocente”, pero “también una daga para el hipócrita que con dolor me paga”.

La niña del barrio del cual todos alguna vez nos hemos enamorado, también está presente en la obra. “ROMINA” era su nombre. Nos transporta a nuestras románticas calles de tierra donde el “olor a barrio” está latente o aquel amanecer y atardecer que nos encanta, el verdor del follaje de los árboles y de las praderas tan características de nuestro terruño. Pero Romina “okañy”…. “oho peteï arriero ka”u ndive”… que luego la embarazó y dejó. Es la transcripción fiel de hechos que ocurrieron algunas décadas atrás en nuestros barrios y parajes, de los cuales solo quedan recuerdos por la liberalidad existente en la actualidad y donde “escaparse con la novia” ya no tiene sentido. Solo ayer, era la única manera que el “amor” triunfe sobre los celos enfermizos de la suegra o su familia.

“Amante ignorante” es al estilo de “Alicia” una obra que particulariza al autor. Donde confiesa que ama a la mujer “hasta que sequen toditos los esteros” y remata diciendo en guaraní que se acerque la mujer para susurrarle al oído cuanto la quiere.

“Propuesta, Biografía, Odio y Actitud Pobre” son verdaderas confesiones poéticas del escritor. En la primera demuestra la habitual humildad de los hombres de letra, reconociendo sus limitaciones, pidiendo que se le ayude cuando necesita, se lo recoja cuando cae, se lo critique cuando los adulones callen, pero también se lo escuche cuando se encuentra mudo. En la segunda narra la historia de un joven que tenía todo y finalmente fue perdiendo hasta caer en el mundo de las drogas. En “Odio” desnuda su desazón cuando lo planeado no se concreta, el dolor de la ausencia, de no ser tenido en cuenta, que no se luche por los ideales y por la pérdida del amor.

Finalmente “Actitud Pobre” es la transcripción fiel de los escritores del “Paraguay profundo” que deseamos que nuestras obras no mueran en el archivo de nuestra casa. Que nuestras obras sean condenadas a ser leídas únicamente por nuestra esposa, nuestros hijos y amigos cercanos porque nunca “se los permitió salir a luz”. “Actitud Pobre” es una cabal muestra de cuan atrasados estamos en materia cultural aún. El humilde poeta popular recorriendo varias editoriales donde es maltratado, humillado, discriminado incluso. La cultura en nuestro país parece que es patrimonio personal de algunos pocos privilegiados. Sergio Aquino, asume la voz de los poetas sin voz para desnudar una triste realidad que hemos pasado más de una vez, quienes tenemos la vocación de escribir.

En definitiva, me complace que mi alumno de la Facultad de Periodismo, Sergio Aquino, sea un notable vate misionero. Un hombre que con su juventud a cuestas posee un brillante futuro en el arte de las letras. Lógicamente deberá ir afinando su pluma para ganarse mayor espacio dentro del difícil campo de la poesía, que no por ello deja de ser apasionante. Finalmente, una sociedad como la nuestra no regala nada a nadie y mucho menos a quienes salimos del corazón mismo de nuestro pueblo.

Por ello, la rebeldía de la poesía de Aquino es bienvenida. Alguien debe salir al paso de todo y de todos para decirnos que “Algo anda mal”. Que no todo es perfección, que las injusticias, el dolor, el atraso, la miseria existen, como también existe el amor. Ese es el mayor beneficio que ésta obra puede aportar a la sociedad misionera. Nace “Algo anda mal” con el sano objetivo, que alguna vez, la mayoría de las circunstancias en nuestro país ande bien. Felicitaciones al autor y bienvenido al mundo ésta maravillosa obra.

Camilo Javier Cantero Cabrera.

Fortín de la Barriada, terruño de “La Diosa Morena del Ytororó”

23 de mayo de 2010.

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