Virgen de los Remedios o la devoción que supera el paso del tiempo.
Han pasado décadas. Como hace treinta años, este
segundo domingo de octubre nos enfilamos hacia el oeste del casco urbano de San
Ignacio. La compañía San Pablo como ayer, como hoy y también nos animamos en
afirmar como mañana, nos recibió con las generosas manos abiertas.
La doble avenida que da a la parte posterior de la
humilde capilla es el sitio de desembarco de los visitantes. Fieles de todas
las edades. No existen diferencias sociales en la fe hacia la Madre y Maestra
de los misioneros. La Virgen de los Remedios nuevamente estaba ahí. Atenta. Hermosa.
Sublime. Como siempre, presta a escuchar los pedidos de sus fieles a los cuales
responde con la mística propia de su figura.
Ahí estuvimos y hemos compartido como todos los
años, con los hermanos fieles de la Virgen de los Remedios de San Pablo. San
Ignacio Guazú Misiones.
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