No inventamos la "trompeta", pero sí vimos nacer al "Mago de la Trompeta Paraguaya".

30-  Claudio Báez “Trompetieri”. San Ignacio. “El mago de la Trompeta”. De ahí su apodo. Nació el 30 de octubre en 1904 y falleció en 1957. El mismo se destacó como director de bandas musicales. Ingresó a la Banda de Músicos de la Policía de la Capital, donde tuvo como maestros a Pedro Carpinelli y Manuel Rivas Ortellado. En 1924 integró la Banda de músicos Don Bosco dirigida por el Padre Ernesto Pérez Acosta. A partir de 1928 dirigió la Banda de músicos de Ñemby, en 1941 la de San Antonio y 1957 la de Villeta.
Es autor de las piezas San Bernardino, Gral. Garay, Boy Scouts, Nº 50, y Pueblo de San Antonio. Falleció justamente en dicha ciudad del departamento de Central: San Antonio, el 3 de octubre de 1957. Fuente: Diccionario de la Música en el Paraguay.
Según el diario ABC Color, del 30 de octubre de 2008 sus temas se basan en la realidad social.  Luchador social y director del popular trío Los Corales.
La grandeza de éste misionero supera los límites de las fronteras del departamento de Misiones. Así, la ciudad que lo vio morir: San Antonio, lo inmortalizó denominando la Casa de la Cultura de dicha ciudad con su nombre. En la publicación del 12 de febrero de 2010 y firmada por el periodista Javier Yubi del diario ABC Color, describe que dicha casa de la cultura es un antiguo edificio de estilo colonial, con corredor frontal y que se llama oficialmente Casa de la Cultura Maestro Claudio Báez.
“Honra el nombre de un músico ilustre que tuvo participación en la Guerra del Chaco (1932-1935) y activó en beneficio de la ciudadanía”, agrega.
“El maestro Báez estuvo en la guerra como trompetista de la Cañonera Paraguay, donde era conocido por el apodo de Trompetieri. Organizó y dirigió las bandas de músicos de San Bernardino y Ñemby, mientras era integrante de la Banda de Músicos de la Policía. En 1937 se radicó con su familia en San Antonio y enseguida se integró a la vida comunitaria. Conformó la Banda de Músicos de la Municipalidad, donde los jóvenes no solo aprendían música, sino que cumplían con el Servicio Militar Obligatorio. Fue creador y comandante de la primera agrupación de Boy Scout que se llamaba Batallón Nº 50 Blas Garay y presidió varias comisiones vecinales para la realización de mejoras de puentes, arreglos de caminos y obras de bien público. Realmente se trata de un personaje que merece ser recordado”, consigna la concejala Damiana Báez de Rodríguez, presidenta de la Comisión de Educación y Cultura de la Junta Municipal.
Este ignaciano, inmortalizado en el Paseo de los Ilustres con un espacio a su nombre, también hoy es recordado en nuestro virtual paseo de los 200 hombres más brillantes que tuvo la historia de Misiones en el marco del Bicentenario.

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