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Vicente Suarez, el ignaciano caído en la batalla de Junín en busca de una América libre y soberana.

38-         Capitán de Caballería Vicente Suarez. San Ignacio. Nació en 1794 y falleció en la Batalla de Junín el 6 de Agosto de 1824, cayendo al lado de su Comandante el Gral. Mariano Necochea. Brillante hijo de éste pueblo que acompañó al Gral. San Martín y luchó por liberar los pueblos de América. Según escribe el historiador latinoamericano Wilfredo Gameros Castillo explica que nuestro compueblano muy joven se incorporó en Buenos Aires al Escuadrón de Cazadores a Caballo. Como alférez se bate en la batalla de Maipú.
Es teniente cuando se embarca en Valparaíso, Chile, con la Expedición Libertadora del general José de San Martín. Luego del desembarco en Paracas es destinado a la División Volante del general Juan Antonio Álvarez de Arenales.
Luego de la ocupación de Ica, lucha en la batalla de Nasca. En este encuentro, las fuerzas patriotas, al mando del teniente coronel Manuel Rojas, derrotaron al coronel Manuel Químper. En el ataque, el teniente coronel Rojas utilizó sólo a su caballería de 110 jinetes: envió al ataque frontal a 80 jinetes, ordenando al teniente Suárez situarse en la salida Sur de Nasca, para evitar la retirada realista hacia Arequipa. Así, con un nutrido fuego de fusilería y a sable y bayoneta, contribuyó al triunfo patriota.
Al informar los pobladores de Nasca al teniente coronel Rojas que hacia Acarí, 30 leguas al Sur de Nasca, habían partido el día 13 un convoy de 100 mulas, con emigrados y pertrechos de guerra; despachó el día 15, para su captura, al teniente Juan Vicente Suárez con su escuadrón de 30 cazadores; que inició el cruce del inmenso desierto con guías nasqueños. El teniente Suárez marchó con rapidez, y al siguiente día 16, atacó a medio día: mató algunos soldados que respondieron, tomó prisioneros a los demás, tomó más de cien cargas de municiones y pertrechos militares. Acarí recibió entre vivas, aplausos y repiques de campanas, a la partida del Ejército Libertador. El teniente Suárez, favoreció en cuanto fue posible a los acarinos, y regresó a Nasca con la rica y abundante presa que había arrebatado al enemigo.
En la Primera Campaña de la Sierra, participó en las tomas de Tarma, Huamanga y Jauja y en la batalla de Cerro, el 6 de diciembre de 1820, acción en la que el general Arenales, después de derrotar a la división española del brigadier Diego O'Reilly, ordenó al capitán Juan Lavalle atacar a la reserva realista que, sin haber combatido, iniciaba la retirada. A fin de ganar distancia, el capitán Lavalle dirigió a sus hombres en línea recta, ingresando a unos pantanos que los agitaron y provocaron, en ellos y sus caballos, el mal de altura o soroche. Esta circunstancia obligó al capitán Lavalle a disponer un breve descanso a sus hombres y destacar en persecución de los realistas a 10 de los jinetes más frescos, al mando del teniente Juan Vicente Suárez. Con ímpetu, Suárez alcanzó al escuadrón realista; éste dio media vuelta: 130 jinetes realistas armados de tercerola y sable les hicieron frente desplegados en batalla. El teniente Suárez tenía sobrado valor para atacar a esas fuerzas trece veces superiores a las suyas, pero consultó a sus soldados si se hallaban dispuestos a ir al ataque; todos, con un coraje que los honra, sable en alto, contestaron: "Vamos sobre ellos, señor". Proseguía el impetuoso galope para iniciar la carga, cuando el jefe realista, adelantándose a su escuadrón y envainando su sable, dijo al teniente Suárez: "Señor oficial, ¿quiere Ud. envainar su espada y que hablemos cuatro palabras?", a lo que el patriota contestó: "No tengo inconveniente, señor". Puestos al habla, el teniente coronel Andrés de Santa Cruz, pidió hablar con el jefe de esa fuerza. Llegado el capitán Lavalle, Santa Cruz se entregó con sus 130 hombres y su armamento y desde aquel día se incorporó al Ejército Patriota. Luego el teniente Suárez, guiado por lugareños, inició la persecución y captura del brigadier O'Reilly, el jefe realista.
Entre mayo y julio de 1821, el teniente Suárez asistió a diversas operaciones en el Sur, a las órdenes del teniente coronel Guillermo Miller; entre las principales: el combate de Mirabe y la toma de Puno. Ese mismo año, se embarca con las fuerzas de Miller hacia la capital.
En el año 1824, el prócer paraguayo Juan Vicente Suárez, ya con el grado de capitán, halló una muerte gloriosa en un encuentro armado contra los realistas, en las proximidades de Lima.
Fuentes: Columna en el Diario La Opinión de Chile del periodista Wilfredo Gameros Castillo. 15 11 2007. Obra: “Biografías Argentinas y Sudamericanas”, del historiador argentino, capitán de fragata Jacinto Yaben. Esta contiene la biografía de Juan Vicente Suárez, registrando en el Tomo V, página 775: “Formó parte de una pequeña partida de caballería dirigida por los capitanes Lavalle y Brandsen, con la que éstos bravos oficiales penetraron el 15 de octubre en la ciudad de Nasca, sorprendiendo a los realistas”.
Por haber formado parte de un bravo ejército muy lejos de su patria chica, por enarbolar los ideales de libertad y americanismo, éste bravo patriota misionero, ocupa un sitio entre nuestros ilustres del Bicentenario.

Comentarios

  1. Un verdadero Héroe, mas que digno de figurar en el paséo de los ilustres o su nombre en una calle, luego de éste material ojalá se llegue a hacer justicía con nuestra historia ignaciana que durante mucho tiempo no conocíamos o no le dabamos la debida importancia

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