Constructores del nuevo templo de San Ignacio Guazú.
Iglesia actual de San Ignacio Guazú Misiones, cuya construcción de inició en 1919 y se terminó de construir en 1932. Foto: Zenoura. |
Destacamos y resaltamos a esos hombres de la ciudad que al finalizar las labores agrícolas de fines de 1928 y habiendo la Comisión Pro Templo reunido con el aporte de toda la feligresía pudiente y más con el aporte de la gene del pueblo humilde que a medida de sus posibilidades traían ladrillos, algunos en pequeñas carretas y las lavanderas del pueblo sobre sus cabezas.
Según Saturnino Ferreira Pérez, los constructores fueron Teodoro y Eugenio Pérez López, Venancio y Jacinto Ferloni, Juan Angel y Raimundo Melgarejo, Juan Páez, Regis Ramírez, Chirife Génez y Elías Montiel, como un centenar de pobladores anónimos.
“Se construyó un reservorio de agua que era traído de Paí Ykua y Santa Bárbara de Laguna Yre en carritos aguateros por nosotros los niños estirados a caballo. Las aguateras eran de toda clase, en vasijas y latas, tapadas con hojas de laurel para evitar que se derrame. Eran motivo de festejo general de día y de las noches con luna llena”, relata Nanino.
Explica que el entusiasmo del pueblo hizo que los ganaderos aportaran más dinero para la compra de materiales y así en medio de un regocijo generalizado de toda la población, se llegó hasta el techo a inicios de 1932.
Agrega que el maderamen fue un aporte voluntario de aserraderos de la Compañía San Antonio, con el valioso aporte en trabajo de los carpinteros Esteban Arias, Juan Leiva, Juan de Rosa Vega, Miguel Romero, un tal Ferloni y otros.
“Los alrededores de la construcción se llenaron de profundos pozos, por extraerse de los mismos el barro para asentar los ladrillos. Los carreteros aportaban la arena para la elaboración de la mezcla”, agrega.
Finalmente explica que en plena Guerra del Chaco se produce la vuelta de los jesuitas en San Ignacio. Los califica de pioneros de la recuperación de la fe católica del pueblo. Y los cita: Padre Joaquín Vericat (ilustre), Justo Beriguintais y los hermanos Angel Bozal y Trentini.
“Con ellos se dio nuevo impulso para la terminación del templo. Se instaló una baldosería para la construcción del piso, en el maderamen y el techado la colaboración de Esteban Arias y personas que no estaban afectadas al servicio de las armas”, concluye Ferreira Pérez.
Por su parte, Jorge del Puerto, cita como constructores del nuevo templo en San Ignacio a los señores Claudio Llanos, Nicandro Céspedes y Simón Ramírez en 1919.
Todos ellos, por haber redinamizado la historia del pueblo, lo incluimos en la galería de los doscientos hombres ilustres de Misiones en éste Bicentenario de la patria.
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